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El trigo sarraceno

Sofía Tejera Campos – Nutricionista, especialidad deportiva y digestiva

El trigo sarraceno es una planta que no tiene ninguna relación con el trigo y cuyo grano no contiene gluten.

Es un alimento que se caracteriza porque cuida de tu corazón, de tu salud digestiva y te aporta energía.

En su composición encontramos un alto contenido en proteínas, vitaminas, minerales (manganeso, cobre, magnesio, potasio, calcio, fósforo, flúor, hierro, zinc, …), antioxidantes (en especial rutina y quercitina), fibra, ácidos grasos y aminoácidos esenciales. Todo este conjunto de nutrientes le confiere unos magníficos beneficios:

• Previene enfermedades cardiovasculares ayudando a mejorar la circulación, a reforzar los vasos sanguíneos y a favorecer la regulación del colesterol y la presión sanguínea.

• Regula el tránsito intestinal, nutre la microbiota intestinal y produce saciedad.

• Aporta energía, convirtiéndose en un alimento ideal para deportistas y niños.

• Aumenta la libido.

• Ayuda en problemas de ansiedad, estrés y depresión.

• Apoya en dietas de mujeres embarazadas o en periodo de lactancia al estimular la producción de leche.

• Regula el azúcar en sangre.

• Posee cualidades antiinflamatorias.

El gofio inyamakazi a través de la cata

Francisco Belín González – Periodista gastronómico

Vino, cerveza, aceite, quesos, mieles, papayas, papas, legumbres, destilados, agua,… En unas cuantas catas me he visto involucrado y he de aseverar que cada experiencia fue única y enriquecedora.

 

Con cada cata nos encaminamos inevitablemente a la evocación y el hecho de haber probado con atención este producto tan especial, del admirable trigo sarraceno, me retrotrae a aquella primera fase final del certamen Agrocanarias de Gofio, entonces una experiencia de lo más novedosa por la complejidad de desarrollar y precisar un sistema o método homogéneo para valorar muestras del alimento vernáculo que hoy, tras varias ediciones, parece bastante afinado y afianzado.

 

Con esa premisa de que el gofio se puede catar lo más objetivamente posible basándonos en sus distintas fases (aroma, aspecto visual en seco y mezclado con agua, vertiente gustativa y granulado, etc.) acentuamos la personalidad de esta elaboración merecedora de unos cuantos símbolos del “visto bueno”.

Ya de por sí el relato de Sunil Lakhani merecía no sólo atención sino también afilar la curiosidad acerca de un gofio ‘distinto’, no exento de su vertiente heroica si lo vinculamos a la procedencia del cereal, Ucrania y el comienzo de un proyecto que se daba de bruces a las primeras de cambio con la invasión de Rusia. La historia personal de Sunil, del por qué este tipo de gofio y no otro, merece elogios y también captar las sensaciones con una muestra proporcionada por el emprendedor.

 

He apreciado esa persistencia cálida, equilibrada y elegante que da en boca el alforfón que, pese a su apariencia y nombre tradicional, no es un cereal. Relevante: carece de gluten, además de tener excelentes propiedades para la salud.

 

Me animé, pues, a desentrañar las características organolépticas de este gofio de clara apuesta personal y concebido desde emociones familiares de antaño. Como avancé, me pareció en general un producto muy completo.

 

Tonalidad clara y finura en el molido. Sin rastro de apelmazamientos tras los golpecitos en el tarro. En nariz, ninguna rareza: al contrario. Sutileza que recuerda en cierto modo a la avena. Impresión que se constató agregando el agua.

 

Probarlo así dio pistas de un producto al que se le adivinan idóneos aparejamientos en formas clásicas para tomarlo (leche, potajes, escaldón,…) o también para repostería saludable, por ejemplo. Detecté familiaridad; no advertí posibles defectos ni ‘vuelta de tuerca’ en el tostado.

 

La amplitud de recursos hacen pensar en una excelente incorporación a este mundo de los gofios en los que, aparte de la nutrición, se busca ineludiblemente el carácter de esas elaboraciones que puedan consumir los intolerantes y alérgicos con toda la confianza.

 

Hay que tener muy en cuenta que por cada 100 gramos, el trigo sarraceno proporciona aproximadamente unas 330 kcal, una cantidad bien razonable, más aún al tener en cuenta su origen vegetal.

 

Por estas razones, además de las que agregará el consumidor, este gofio tendrá, a buen seguro, no pocos adeptos de este alimento con el que también el creador tiene pensado abrir distintas líneas de productos.

El gofio inyamakazi

Marlen González – Cocinera y organizadora de eventos, docente en el ámbito gastronómico.

Este magnífico alimento de sabor sutil se puede mezclar con diversos ingredientes, proporcionándonos un gran aporte de nutrientes.

 

Apto no solo para elaboraciones saladas, sino también para repostería.

 

El escaldón hecho con gofio de trigo sarraceno, no solo le da una textura más suave, también permite que el sabor principal sea más intenso, ya sea vegetal o de pescado.

 

La digestibilidad del mismo es otra cualidad que posee este alimento. En repostería se adapta perfectamente a las recetas tradicionales.

 

Disfrutar de sus buenas características organolépticas es un regalo.

El gofio inyamakazi

Juan Martínez Alonso – Chef  Racine Bistró, Puerto de la Cruz

Me encanta el sabor de este gofio y en particular cuanto más crudo se emplee, mejor, porque quiero mantener el gusto, que es muy singular y agradable.

 

Producto muy versátil y óptimo para muchos tipos de recetas. Personalmente me gusta usarlo en repostería, así su sabor toma más protagonismo. Lo usamos para terminar las trufas de chocolate blanco, espolvoreando las trufas con el gofio.

 

Galletas, cremas pasteleras y rellenos fríos con el gofio se estabilizan muy bien estas preparaciones sin añadir productos con gluten.

 

En el mundo salado, en el restaurante ponemos una parte en el pan que hacemos a diario, para darle un sabor diferente.

El gofio inyamakazi

Leidy García – Chef Restaurante Peruano Aroma & Sabor, Costa Adeje

Mi experiencia con el Gofio de Trigo Sarraceno fue sorprendente en sabor, textura y versatilidad en la cual se puede utilizar.

 

El sabor de tan solo mezclarlo con leche me encantó, independientemente de todas las propiedades que posee, ayudando en la lucha contra el colesterol y las enfermedades cardiovasculares.

 

Aparte de ser apto para celíacos ya que no lleva gluten, es un alimento que tiene múltiples beneficios para tu salud por su alto aporte en proteínas, fibra, vitaminas y minerales.

 

Al mezclar el gofio con agua o leche forma una masa muy espesa en la que puedes elaborar tallarines o simplemente reemplazarlo por el gofio para mis hijos queda genial.

 

También puedes utilizar el gofio para la elaboración de creps, galletas, bizcochos sin gluten para ayudar a contrarrestar el sabor de la harina sin gluten, esta queda mucho mejor.

 

En nuestro restaurante lo emplearemos principalmente en elaboraciones dulces.